“La diferencia entre la codicia y la ambición es que una persona codiciosa desea cosas para las que no está preparado para trabajar”. Habeeb Akande.
Por Alex Nava.
Hoy en Cría Cuervos…
La codicia es uno de los pecados capitales y uno de los más antiguos que el capitalismo ha hecho crecer, el deseo desmedido de querer más, y de pasar por quien sea que se le atraviese en su camino, es sin duda una de las manifestaciones del hombre más viles que hay, el caso concreto lo podemos ver en Dulce Silva quien a como dé lugar, quiere ser la candidata a la gubernatura de Tlaxcala por MORENA.
A Dulce Silva le gana su pasión por la codicia, es querer tener más que los otros, y tenerlo con avidez, sin que nada importe, la que según se dice ser tlaxcalteca le queda perfectamente la dialéctica de Platón cuando entendía que el deseo insaciable era como la gran enfermedad de la moral de la ciudad, terrible por ser capaz de corromperlo todo. Ya lo decía Hesíodo: la corrupción de un hombre con poder, afecta a toda la ciudad y la sume en la desgracia. Este sería el motivo por el cual Platón, en el diálogo de Gorgias (388 a. C. -385 a. C.), se sirve de Calicles (filósofo político) y su defensa de la justicia, según la cual, debe vertebrarse en torno a los derechos del más fuerte (o en este caso, del que más tenga).
Así las cosas con Dulce, ya que bien le queda el saco al pretender una relación entre el arte de la retórica y el problema ético que detalla Platón, y es que haciendo alusión al compromiso que el presidente de México Andrés Manuel López Obrador hizo a los mexicanos de “no mentir, no robar y no traicionar”, al parecer Dulce Silva se pasa por “el arco del triunfo”, la indicación del presidente.
En primer lugar, las quejas que hay en su contra en el Instituto Electoral de Tlaxcala (IET), por actos anticipados de campaña, van en contra de la legalidad de las instituciones, tanto del mismo IET como del poder legislativo, y si bien es cierto que su imagen alude a ser una “Mujer Ejecutiva”, la apariencia es otra, es de burla a la sociedad tlaxcalteca, de supremacía y de codicia.
Por otra parte, la mentira que lleva en sus redes sociales al autoafirmarse candidata por ser incondicional del presidente y de llevarse bien con funcionarios y empresarios a nivel nacional le otorga el título de ambiciosa por querer salir avante en las encuestas, cosa que al parecer no le va a funcionar, ya que la gran mayoría de los tlaxcaltecas quieren una mujer de a píe y que comparta los logros y gestiones y no solo sea una “cara bonita”.
En la propaganda que ha entregado a algunos ciudadanos, se nota la falta de conocimiento de lo que realmente necesita el pueblo, ella no es, ni será parte de la tan mencionada 4T, ya que en su arrogancia por tener la candidatura, ser la principal participe de la guerra sucia en contra de Lorena Cuellar y de ordenar la toma de la delegación de Bienestar en Tlaxcala, “el tiro le salió por la culata”.
…Y te sacaran los ojos.
Además de todo lo mencionado, corre el rumor que ya acordó con el gobernador del estado Marco Mena entablar alianza si no se le favorece, también de que en su equipo hay ex priistas y ex perredistas con mala reputación como Alejandra Roldán Benítez ex suplente de Lorena que no hiso nada en el senado de la república, además de hacer acuerdos en lo “obscurito”, con alcaldes y funcionarios del gobierno estatal, y por último, prometió meter en la encuesta, a sus allegados aspirantes a las municipales y diputados, con la promesa de ser los abanderados si son sus peones de batalla, todo esto mediante, -según ella-, tener una relación muy allegada con el actual presidente del partido Mario Delgado Carrillo. Así se mueve la traición y la mentira en los bajos mundos de Dulce Silva.
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