“Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”, frase atribuida a Porfirio Díaz, pero de la autoría del intelectual Nemesio García Naranjo, describe con claridad nuestra relación compleja con el país vecino del norte.
El próximo martes 03 de noviembre, se celebrará en los Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.) la elección de su 46 presidente, el resultado influirá e impactará en la vida política de México, por dos sencillas razones, la vecindad que tenemos y la inclusión de nuestro país en la elección de los norteamericanos por la visita de nuestro presidente, en el mes de julio de este año.
De acuerdo a las encuestas publicadas previamente a la elección, hay un amplio margen de consenso a favor de que pierda la reelección el actual presidente Donald Trump, Joe Biden cuenta con un 85% de opciones de ganar frente al 15% que conserva Trump.
¿Cuáles serán los efectos para nuestro País de que pierda Trump? Sin duda la relación será compleja por la visita realizada en el mes de julio de este año, por el presidente López en el marco del T- MEC, para internacionalistas la visita fue inoportuna y riesgosa, además el presidente Trump aprovechó y utilizó a su favor la visita del presidente López; a pregunta realizada al presidente López, en su despacho matutino, sobre el uso de su imagen en un spot de Trump manifestó “ Ellos tienen campaña, yo quiero ser muy respetuoso de las decisiones que tome el pueblo estadounidense. Lo que sí puedo decirles es que mantenemos una muy buena relación, es una relación de amistad, de respeto”.
Sin embargo la respuesta del presidente López es incongruente ya que su visita lo mete de lleno a la elección, las críticas por la visita en plena contingencia sanitaria mundial y en pleno proceso electoral fue criticada tanto por analistas y políticos de ambos países.
Falta un día para saber el destino de la política en EEUU, que tendrá impactos en el mundo y en especial para México, que por su cercanía y vecindad con el país más poderoso del orbe internacional sin lugar a dudas tendrá repercusiones en la relación bilateral, difícilmente los demócratas olvidarán la visita inoportuna del mes de julio y si gana Biden, como todo parece ser que ocurrirá, seguramente habrá una factura pendiente que en su momento será cobrada.