El domingo 18 de octubre será recordado por todos los mexicanos, pero será inolvidable para los Morenistas y más para sus seguidores radicales denominados Chairos y es que las elecciones en los Estados de Coahuila e Hidalgo en donde más de 4.4 millones de votantes tenían una cita con las urnas, para renovar 109 cargos públicos, (en Coahuila 25 diputaciones y en Hidalgo 84 Ayuntamientos), estas elecciones son una pequeña muestra de lo que puede avecinarse en la macro elección del año 2021, en la que se renovarán 15 gubernaturas, los 500 espacios en la Cámara de Diputados, los Congresos locales y Presidencias Municipales junto con sus órganos colegiados conformados por sus Sindicas (os) y Regidoras (es), se renovarán en total 20,868 cargos públicos.
Lo ocurrido el domingo electoral en Coahuila e Hidalgo, elección que se da en el marco de la pandemia entre medidas sanitarias, es muestra clara de que el partido Morena no es la aplanadora que fue en la elección del año 2018, cuando el presidente de la República apareció por tercera vez en la boleta electoral, elección en la que muchos mexicanos cansados y hartos de la corrupción, del dispendio de los recursos públicos y de la impunidad, decidieron mayoritariamente darle un voto de castigo a los partidos que ya habían gobernado nuestro País, el PRI por más de 70 años y el PAN por 12 años, así se consumó lo que fue una elección de cambio y la segunda alternancia en el poder político de nuestro País (la primera fue en el año 2000, cuando el PAN obtiene el triunfo con Fox).
Sin embargo no es lo mismo ser oposición a ser gobierno, ha quedado claro que lo que pasa a nivel Federal afecta a nivel local, el mal manejo de la pandemia por el nuevo coronavirus covid19, con 86,167 muertes, la crisis sanitaria, la crisis económica, la crisis de seguridad, la crisis institucional y la crisis social no pueden pasar desapercibidas y así ha sido, los resultados del domingo en los dos Estados inmersos en procesos electorales son muestra de ello, todo indica que el PRI se alzará con grandes triunfos, en Coahuila a las 22:36 horas de acuerdo al PREP el PRI había obtenido el triunfo en 16 distritos electorales de los 16 distritos que conforman el Estado, ganando las 16 diputaciones de mayoría relativa, las 9 diputaciones de representación proporcional serán repartidas entre los otros partidos políticos, en Hidalgo no se pudo instalar el PREP, pero de acuerdo a la información obtenida el PRI lleva la ventaja, no debemos perder de vista que ambos Estados hoy son gobernados por el PRI, Coahuila por Miguel Ángel Riquelme Solís e Hidalgo por Omar Fayad Meneses, quienes hoy pueden estar satisfechos con los resultados obtenidos, en donde no deben estar muy contentos es en Palacio Nacional.
Pero aquí vale la pena hacer una pausa para reflexionar, realmente perdió Morena y ganó el PRI, pienso que aunque los resultados así lo reflejan, el tema es digno de análisis, quien pierde en estos comicios es el presidente de la República y quienes ganan son los gobernadores de estos Estados del País, considero que una elección por lo general es siempre una manera de demostrar el apoyo o rechazo a la forma en la que se está ejerciendo el poder y cómo se está decidiendo en los asuntos públicos que afectan o benefician a las personas, no cabe duda que los electores de Coahuila e Hidalgo han enviado un mensaje claro y fuerte, de que si las cosas no marchan bien, nunca es tarde para cambiar el rumbo. Después de esta elección y estos resultados, ¿los Morenistas estarán tan seguros de que conservarán el control en la Cámara de Diputados, que ganarán las 15 gubernaturas y los Municipios del País? Estoy seguro que no y que además los resultados venideros serán catastróficos para el partido gobernante.
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