La coordinadora de Nutrición en Tlaxcala, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Xóchitl Juárez Guzmán, explicó que la población adolescente, de 10 a 19 años de edad, se encuentra en pleno periodo de desarrollo humano, etapa de crecimiento y cambios para la maduración física, sexual, psicológica y desarrollo de su identidad.
Decir adolescente, es decir personas sanas, sin embargo, la mayoría de los hábitos dañinos para la salud son adquiridos desde edades tempranas, mismos que tienen consecuencias y provocan enfermedades crónicas en la vida adulta. Las y los adolescentes son altamente vulnerables a los accidentes, la violencia, el embarazo temprano, las prácticas sexuales sin protección, las infecciones de transmisión sexual, el consumo de sustancias adictivas y el suicidio.
“Este es el momento de la vida en el que se requiere una amplia participación, involucramiento y compromiso por los padres y madres de familia o quienes estén a cargo de las y los adolescentes; incluyendo maestros, directivos de las escuelas y grupos sociales en los que participen las y los menores de edad”, refirió la especialista del IMSS.
Recomendó procurar una alimentación saludable y realizar actividades que impliquen un esfuerzo físico de manera continua y sistemática, así como consumir agua simple, para prevenir y controlar el sobrepeso, la obesidad, la diabetes y la presión alta, entre otras enfermedades.
Comer todo tipo de vegetales, cereales, carne y toda la variedad de frutas, leguminosas (garbanzos, lentejas, frijoles) ya que son buena fuente de hierro y fibra.
Así como semillas oleaginosas, cacahuates, nueces, almendras, chía y linaza, que aportan grasas saludables (omega 3) y muchos más, que pueden ser preparados de forma agradable al paladar y a la vista.
“Procurar en cada comida, variedad de colores y sabores, tomar como base los productos de cada temporada y los que se cultivan en el estado de Tlaxcala, de tal forma que se haga hábito este tipo de alimentación, fortaleciendo así su apego a la alimentación nutritiva de manera habitual, desplazando a las comidas rápidas y poco nutritivas que están dominando en estos momentos la alimentación de las y los adolescentes”, dijo Juárez Guzmán, quien remató: “No insistirles en que coman más, si ellos determinan estar satisfechos”.
Subrayó: “si desde recién nacidos y desde la primera infancia, les acostumbramos a tomar agua simple y no usar azúcar, al llegar a la adolescencia será mucho más fácil que puedan continuar en la adultez, sin consumir bebidas envasadas ni agregar azúcar a sus bebidas, lo que llevará a una vejez en plenitud”.
Tener hijos adolescentes, debe ser la oportunidad de acompañarlos en la formación de hábitos alimenticios y estilos de vida saludable, así como ir juntos a un chequeo médico, dental y a PrevenIMSS, una vez al año.