Dulce Silva quien es aspirante a la Gubernatura por MORENA, ahora tuvo que echar mano de operadoras políticas de Lorena Cuellar Cisneros y de Ana Lilia Rivera Rivera, para ver si así repunta su débil popularidad al haberse colgado de la popularidad del cantante huamantleco Carlos Rivera y de la fe del pueblo de México que no le dio los resultados esperados.
Mire Usted estimad@ lector que la evidente desesperación de una política improvisada demostró con sus actos que, llegó muy tarde a la contienda política a pesar de que le hicieron creer que por la cercanía que su marido Cesar Yañez tiene con el Presidente Andres Manuel López Obrador sería suficiente para obtener la candidatura al Gobierno del Estado.
Y como no tragarse el anzuelo, si el adulador principal juró y perjuró -después de que en la delegación del Bienestar no requirieron de sus servicios porque no se mochó con el pomo para el super operador de la super delegada-, que la posicionaría entre el electorado, ya que estaba más que endeudado y en banca rota porque no tenía los recursos suficientes para pagar la mensualidad de su camionetota.
Sin embargo, la realidad es otra ya que la huamantleca ha tenido la necesidad de caer en lo más ruin al buscar lo que sea con tal de estar entre el electorado con lo que también confirmaría que el poderío que presume de AMLO no es tal.
Contrario a los comentarios de sus aduladores, a Dulce Silva le resultó contraproducente haber contratado al cantante Carlos Rivera para entonar las mañanitas de la virgen de la Caridad en Huamantla, ya que no se imaginó que al haber excluido a futuros votantes el pasado 14 de agosto la noche que nadie duerme ahora carga en sus hombros el repudio y animadversión por haberle hecho fuchi a aquellos que en unos días les habrá de pedir el voto.
Ahora entiendo porque tuvo que colgarse de sus acérrimas enemigas para jalar la atención ya que sus bots no le resultaron como le habían vendido la idea y estará en la boleta en el 2021 aunque sea para la presidencia municipal o de a perdis, una diputación local.
Como sino fuera suficiente usar la fe del pueblo de México para jalar seguidores, la aprendiz de política también aprovechó la pandemia por Sars Cov-2 al lucrar con la emergencia sanitaria y posar con una caja de cubre bocas que donó al Hospital de Huamantla y creo unas caretas de las más baratas y corrientitas, por cierto.