El problema del Coronavirus, es tan real, que es importante que los diferentes órdenes de gobierno y los diferentes sectores sociales en México y en Tlaxcala, no tomen a la ligera las medidas necesarias que el sector salud está difundiendo, en los diferentes medios de comunicación para prevenir la pandemia del coronavirus, toca ahora a los ciudadanos mostrar su responsabilidad para protegerse, y proteger a sus familias, las fotos y videos de ciudadanos de nacionalidad española y de Italianos que piden a los mexicanos no hacer lo mismo que ellos y donde piden tomar precauciones, contrasta totalmente con el comportamiento de miles de mexicanos, quienes no creen la magnitud de la enfermedad, ni los cientos de ataúdes de Italianos que han muerto por el coronavirus, han podido hacer conciencia en la mayoría de nuestra gente, lo que debe prender los focos rojos en un país de más de 130 millones de mexicanos, que potencialmente puede dar origen a una epidemia sin precedentes, y esto no lo digo con el propósito de crear una psicosis o una alarma innecesaria, sino porque el coronavirus, según la Organización Mundial de la Salud, es una enfermedad que avanza muy rápido, y que es fácil de contagiar, si no se cumplen las medidas sanitarias que indican las autoridades del sector salud.
Sin querer justificar o defender a los gobiernos en sus diferentes órdenes, es necesario que la ciudadanía haga su parte, no puede ser que el gobierno de Tlaxcala, suspenda clases, tome medidas para proteger a la ciudadanía y que algunos actores sociales se pasen por el arco del triunfo los protocolos y políticas públicas como sucedió en el municipio de Contla, donde ni su autoridad, ni la ciudadanía actuó con responsabilidad, ya que en pleno brote de la pandemia, se congregaron más de 5 mil bailarines para disfrutar su fiesta patronal, si bien es una tradición, ¿Qué pasaría si una persona ahí presente fuera portadora del virus?, ¿De quién sería la culpa? y ¿A quien le exigirían los cuidados los medicamentos?, aquí es necesario que los integrantes de los diferentes sectores sociales del país y de Tlaxcala, asuman sus responsabilidad, los gobiernos no pueden hacer todo.
Aquí serán importantes las medidas que tome el gobierno federal, los gobiernos de los estados, los municipios y los mismos gobiernos de las comunidades, ya que una pandemia, no es cosa de juego, el Consejo de Salubridad General, el pasado fin de semana ya declaró de grave y prioritario el Coronavirus, incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador, anuncio que las fuerzas armadas ya preparan el Plan DN-III contra la pandemia, acciones que nos deben poner en alerta máxima, esto sin caer en la desesperación, y mucho menos en las compras de pánico, lo que podría ocasionar una crisis con los que menos tienen.
El problema de salud que vive el mundo, viene arrastrando una serie de problemas que poco a poco van saliendo a la luz, ya que tanto los gobiernos como los ciudadanos no querían ver y atender, que no todo son problemas políticos y financieros, y hoy que la mayor parte del mundo se ve amenazada por la pandemia del coronavirus, nos muestra una realidad fría, ¿Para qué tener poder y dinero, si lo más preciado de la vida, es la salud?, está demostrado que la mayoría de países del mundo, sin ser la excepción México y Tlaxcala, no tiene la infraestructura y el financiamiento necesario para hacerle frente a una enfermedad como la que actualmente está cobrando vidas, aquí en Tlaxcala, el gobierno de Marco Mena, está llevando a cabo los protocolos y tomando las medidas necesarias para enfrentar esta pandemia, queda ahora que asuma la responsabilidad la ciudadanía tlaxcalteca, más ahora, que no sólo tendremos que enfrentarnos a la enfermedad, sino a una crisis económica, que ya desde ahora se está iniciando a sentir con muchos especulaciones en el comercio, como en el mercado “Emilio Sánchez Piedras” de la capital del estado, donde están duplicando los precios de la canasta básica, en algunas farmacias los precios de cubre-bocas, gel antibacterial, medicamentos y de material de curación, están por los cielos, ¿A quién se le ocurrió cerrar la PROFECO, en Tlaxcala?, si cuando había una delegación, había abusos ¿Cómo estará la cosa hoy, que no hay quien regule los precios y los servicios?