Por reclamar que violaron su privacidad, reportero iba a ser detenido por agentes de la SSC en la capital del crimen y donde las autoridades fabrican delincuentes.
El reportero Alberto Amaro y también director del periódico digital La Prensa de Tlaxcala fue intimidado por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) en el municipio de Apizaco al grado que ya iba a ser detenido debido a que los uniformados tomaron imágenes de su vehículo sin causa aparente.
Fue la tarde del pasado martes pasadas las 19:00 horas en las afueras de las instalaciones que albergan a la Policía Estatal en el municipio rielero donde el comunicador estacionó el vehículo de su propiedad y aprovechó para descansar unos minutos mientras un familiar realizaba unos trámites.
Minutos después, el comunicador se percató que un par de elementos adscritos a la SSC tomaban fotos de su vehículo sin su consentimiento, además de haber tomado graficas del serial de la unidad.
Ante esa situación provocó que el comunicador preguntara a los servidores públicos las causas por las que tomaban imágenes de su vehículo sin que existiera algún operativo que justificara la revisión de la unidad o existiera algún proceso legal que ameritara la referidad acción.
Sin embargo, los policias huyeron del lugar y se agazaparon en sus oficinas sin que justificaran la referida acción que el comunicador calificó como intimidatoria ya que en las mismas fue intimidado en ser detenido por el grueso de los uniformados solo por exigir una respuesta sobre la actitud de los policías.
Incluso, no descartó que algún nivel de gobierno pretenda callarlo por el tipo de publicaciones que realiza y alguno busque hacerle un paquetito.
Lo anterior se suscitó coincidentemente después de que el reportero público que los presuntos detenidos en el robo de Bancomer sucursal Apizaco fueron hechizos.
Ante esa situación, Alberto Amaro no descartó pedir la protección del Gobierno Federal ya que las agresiones hacia periodistas se ha recrudecido, por; actores sindicales, políticos, servidores públicos, y hasta ex agentes de Gobernación que hoy presumen ser operadores políticos.
Sobresalen las agresiones que sufrió el reportero José Luis Ahuactzin del portal Gente tlx por parte de personal del Congreso local, cuya agresión fue motivada por la información que publicó en el medio de comunicación referido.
Habrá que sumar las acciones intimidatorias que este comunicador ha sufrido por parte del dirigente estatal de la sección 31 del SNTE y de personeros de un ex diputado local a quienes no les ha gustado el trabajo periodístico que se realiza.