por: José Gerardo Meneses Carrizosa
Noé Rodríguez Roldán, hoy secretario de comunicaciones y transporte con licencia del gobierno de Marco Antonio Mena, hizo una apuesta arriesgada en esta semana: se separó del gabinete estatal para coordinar en Tlaxcala la campaña de Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, rumbo a la presidencia nacional de su Partido, el Revolucionario Institucional.
Para algunos parece ser una decisión apresurada, incluso hay quien opina, la determinación estuvo fuera de toda disciplina administrativa, pues al dejar su puesto en el gabinete, Rodríguez Roldán obliga al mandatario estatal, en teoría quien da y quita, a pensar ya sobre la contienda estatal rumbo a la renovación de la gubernatura.
Asimismo, su movimiento motivaría a sus correligionarios Anabell Ávalos, Anabel Alvarado, Manuel Camacho Higareda y a otros, a mover sus fichas y hacer planes con miras a la sucesión del 2021 en el estado.
La licencia a su cargo hará además que otros aspirantes también volteen a verlo, pues Juan Carlos El Saga, Lorena Cuéllar, los senadores Joel Molina, Ana Lilia Rivera y Minerva Hernández seguramente ya estarán haciendo predicciones sobre este movimiento.
En tanto, los detractores del político calpulalpense, en su momento aspirante a la gubernatura del estado encabezada hoy por Marco Mena, considerarán el permiso de Noé como oportunista, sobre todo cuando los pronósticos nacionales, señalan a Moreno Cárdenas como el próximo presidente del PRI, más aún cuando ayer miércoles, José Narro Robles, quizás el contendiente más fuerte para las aspiraciones del gobernador campechano con licencia, decidió bajarse de la competencia por la presidencia nacional del PRI.
No obstante algunas de estas críticas, los cafés de El Portal de Tlaxcala, añejo parián de la capital del estado, fueron mesas de análisis sobre esta sorpresiva decisión del político priísta y en muchas de ellas la opinión sobre la determinación tomada por el de Calpulalpan fue dividida, salvo una coincidencia: su separación de la Secte y participar abiertamente en la contienda interna de su partido, comienza a calentar el ambiente rumbo a la sucesión y se va por delante de sus compañeros de partido rumbo a la definición del cambio de gobierno.
Y aunque Noé Rodríguez señale como adelantados los análisis, quienes elucubran sobre los movimientos en el ajedrez de la política tlaxcalteca, la jugada del secretario con licencia (como el insiste en llamarse) parece magistral rumbo a lo que está por venir.
Sobre todo si se toma en cuenta la disciplina partidista de Noé, su trayectoria al interior de su instituto político, su carrera en la administración pública, tanto local como federal, así como los enlaces y contactos hechos a lo largo de su andar en la política, esto sin olvidar el peso de los personajes políticos con los cuales ha estado ligado.
Todo lo cual se sumaría a la presencia que podría alcanzar en la entidad si entrega buenas cuentas a quien en los números se perfila como el nuevo presidente del PRI nacional.
Imagine usted amigo lector, la posición de Noé Rodríguez si Moreno Cárdenas concreta sus aspiraciones como dirigente nacional del tricolor.
“Alito”, como se conoce al gobernador como licencia de Campeche, cuenta ya con la simpatía de al menos 14 mandatarios estatales, también cuenta con la benevolencia del Presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que incluso le ha traído críticas al interior de su partido al considerarlo como el caballo de Troya del mandatario para hacer del Revolucionario Institucional una ala de su gobierno y de Morena.
Pero además, de acuerdo a los analistas, Alejandro Moreno cuenta con la simpatía de los Senadores de su partido, en especial de Beatriz Paredes, quien de acuerdo al imaginario de la política estatal, ha sido pieza clave en las últimas renovaciones de la gubernatura de Tlaxcala.
En fin, la licencia de Noé y el hecho de sumarse a los trabajos de renovación de su partido ahí se quedan para el análisis.
Y mientras tanto, aquí en ciudad gótica siguen en aumento los índices delictivos y el número de muertos.
Uno ya no quisiera hablar de esto, pero después de una semana, la pesadilla de la inseguridad continúa en la entidad.
Los muertos en Tlaxcala se siguen sumando, aparecen cadáveres en el oriente, al menos siete en menos de tres días.
Otros delitos también se presentaron en otras partes del estado y a pesar de esto, los responsables de la seguridad en la entidad continúan sosteniendo discursos vagos y, según ellos, dando resultados.
Quien esto escribe le preguntó a boca de jarro al Procurador José Antonio Aquihuatl Sánchez si pensaba renunciar ante el crecimiento de la inseguridad y la falta de respuesta a los ciudadanos. Su respuesta fue por la tangente:
Que renuncien quienes no estén trabajando, “yo sigo trabajando, hemos hecho la detención de bandas de secuestradores, estamos judicializando, yo te invito a que puedas checar los números de la procuraduría a partir de nuestra llegada para que puedan verificar el trabajo que estamos realizando”. Contestó.
Igual estimado lector, ahí le dejo la declaración para el análisis.
