Jose Gerardo Meneses Carrizosa
Tras un fin de semana para olvidar, por el registro de muertes violentas registradas en la entidad, al menos 10 según lo reportado por los diferentes medios de comunicación, duele ver la falta de sensibilidad de líderes políticos, representantes de cámaras y legisladores federales y hasta de los titulares de las principales dependencias estatales responsables de velar por la seguridad de los tlaxcaltecas.
José Aarón Pérez Carro, Secretario de Gobierno, dejó de considerar la decena de asesinatos en tres días como hechos aislados y pasó a definirlos como hechos atípicos-
En tanto, el Procurador del Estado, Antonio Sánchez Aquiahuatl, en lugar de ponerse a trabajar para garantizar un estado seguro, llamó a no caer en psicosis tras las 10 muertes registradas en sólo tres días, algunas de ellas de manera violenta, como las del mercado de Chiautempan, en donde a tiros ultimaron a dos comerciantes de ropa de paca.
Y el Comisionado Estatal de Seguridad, Eduardo Valiente, ni siquiera declaró y es la fecha en que aún no se sabe nada de él ni de su estrategia para reforzar la seguridad y darle a los tlaxcaltecas certeza de vivir en un estado seguro.
No menos lamentable fue la actitud de los líderes partidistas, salvo la dirigencia del Partido Acción Nacional, el resto de los partidos no dijeron nada.
El PAN desde su posición opositora al Gobierno salió a fijar postura y cuestionó la estrategia de seguridad del Gobierno del Estado, pero Manuel Cambrón del PRD, Roberto Lima del PRI, Refugio Rivas de Movimiento Ciudadano o Sandra Corona del PANAL permanecieron callados, en una clara actitud de indolencia y vale madrismo, olvidándose de las necesidades ciudadanos y sin entender el por qué en las pasadas votaciones los electores les dieron la espalda.
Pero no fueron los únicos callados ante esta lamentable situación, pues de los Legisladores federales tampoco subimos nada, en una clara muestra de lo poco importante que es para ellos Tlaxcala y los que aquí habitamos.
Ni la senadora panista Minerva Hernández, ni los senadores de Morena Ana Lilia Rivera y Joel Molina Ramírez marcaron su posición al respecto.
Y a los diputados federales, al parecer, tampoco les importó está complicada situación vivida en Tlaxcala-
Mudos estuvieron Adriana Dávila, Rubén Terán, José de Luz y Claudia Pérez. Eso sí, la suplente de Lorena Cuellar, subió una foto a sus redes sociales, en donde presumió haber estado en Tijuana en el evento del Presidente Andrés Manuel López Obrador, pero de la seguridad en Tlaxcala ni le importó.
De los diputados locales nada que decir, salvo Michelle Brito, quien en una muestra de oportunidad política intentó cuestionar al mandatario, al parecer olvidándose que ella también es gobierno y debe legislar a favor de los tlaxcaltecas-
Y vale mencionar que ni los líderes empresariales ni representantes de las cámaras hicieron algo o dijeron al respecto
Como ven, queridos lectores y amigos, les vale madre Tlaxcala a estos dizque representantes, y lo más fácil es insistir en que el único responsable de la seguridad es el Gobernador, al parecer no acaban de entender que todos vivimos en este estado y si bien, todos somos responsables de que avancen y mejoren las cosas en las entidades en el país, no basta con que la sociedad levante la voz a través de las redes sociales, son los líderes de los partidos y los representantes populares quienes tienen una mayor obligación para con los problemas sociales y ellos son corresponsables de que en Tlaxcala las cosas vayan bien.
Y si no es así, y no quieren asumir las obligaciones que aceptaron cuando protestaron como Diputados o como miembros de un gabinete de gobierno, en este caso en la Secretaría de Gobierno, en la Procuraduría del estado o en la Comisión de Seguridad, entonces mejor renuncien.