J. Gerardo Meneses Carrizosa
Este viernes llegará a Tlaxcala el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, estará en el municipio de Apizaco entregando apoyos de su programa de bienestar.
En esta su segunda visita a la entidad en este año, el mandatario vendrá a encontrar una entidad dividida.
División, por cierto, propiciada por el mismo, a través de sus discursos y sus acciones. Desde sus mañaneras y a través de sus decisiones de gobierno.
López Obrador encabezará un evento donde estará arropado por todos aquellos ciudadanos incluidos en sus programas del bienestar, se esperaría por lo tanto una fiesta de ciudadanos agradecidos por haber sido incluidos en estos programas de transferencias económicas; sin embargo, no se descarta una tensa calma y porras un tanto subidas de tono.
Si no fuera así, porque entonces algunos de sus representantes en el estado han alertado sobre la presencia de abucheos en el evento en contra de quien, según las encuestas, cuenta con un 70 de aprobación entre la población.
Las rechiflas, deduzco, podrían generarse no creo contra el mandatario, sino contra quienes acompañen a este en el presidum o en su evento, y estas serían derivadas de los últimos encontronazos protagonizados por los mismos de MORENA.
Tampoco se descarta, se manifiesten algunos ciudadanos afectados por las decisiones de esta administración federal, léase burócratas despedidos, líderes de organizaciones campesinas y, porque no, algún contrincante político colgado de esta oportunidad.
No debemos descartar incluso la presencia de porras a favor y en contra de algunos de los asistentes, de acuerdo a lo aparecido en un par de notas de portales digitales (http://www.e-tlaxcala.mx/nota/2019-05-29/tlaxcala/exhortan-que-la-visita-de-amlo-no-sea-un-recinto-de-abucheos)
A esta alerta, habría de sumarle las lecciones aprendidas por quienes llegaron a un puesto de elección popular bajo el lema de Juntos Haremos Historia y lo enseñado por su líder máximo y moral, quienes sin pudor alguno dieron muestra en esta semana de terquedad y ambición en la Legislatura local, desconociendo al Diputado Víctor Báez como presidente de la Junta de Coordinación Política.
Tal decisión es clara muestra de la falta de unidad entre quienes se suponen son mayoría en el Congreso y al mismo tiempo denota el enfrentamiento existente entre las huestes lopezobradoristas en Tlaxcala.
Pero tampoco habría de descartar los enfrentamientos ya de sí propiciados por el mandatario, dividiendo al pueblo entre chairos y fifís, nacionalistas y neoliberales, buenos y malos, etcétera.
Esta división empieza a cobrarserla a la 4T, en el estado no es la excepción y el jefe del ejecutivo federal se vendrá a encontrar con ella en su visita del próximo viernes.
Seguramente todos se comportarán como miembros de un solo proyecto, pero si la experiencias no me falla, alguien de la avanzada del mandatario ya habrá hecho sus tarjetas sobre la vida política en la entidad y, si son honestos, estarán reportando la señalada división.
Es así como en Ciudad Gótica ya desde ahora, cuando faltan más de 20 meses para la elección del 2021, las huestes comandadas por la Superdelegada Lorena Cuéllar (Homero Meneses, Ricardo Amaro, Rafael Ortega, Xico Corona, Sergio González, su esposo Chava Ballesteros y muchos más etc, etc) viven un enfrentamiento contra todos los Morenistas contrarios a las acciones de la candidata perdedora en el 2016, en donde podemos encontrar a los senadores Joel Molina y Ana Lilia Rivera, así como a los exgobernadores José Antonio Álvarez Lima y Alfonso Sánchez Anay, sólo por mencionar algunos.
Y a este enfrentamiento cupular sumemos el reciente desencuentro protagonizado por los diputados locales, quienes en esta semana finalmente pudieron concretar la destitución de quien se asumía como su líder y ocupaba la Junta de Coordinación del Congreso local, denotando una clara división, seguimiento del mismo fraccionamiento vivido al interior de los fieles seguidores de Andrés Manuel.
Pero no se debe olvidar la división natural entre los Morenistas y los contrarios a este proyecto, quienes ya empiezan a velar armas rumbo a lo que sucederá en el 2021, en donde se renovarán las 60 alcaldías de la entidad, el Congreso local y la Cámara baja del Congreso de la Unión, además de la Gubernatura.
Con esto se encontrará el Mandatario federal, y aunque seguramente nada pasará, el ambiente seguramente se respirará ambiguo y cierto estoy, no pasará desapercibido para tan distinguido visitante.