“No debemos ni podemos aspirar al desarrollo de nuestro país, si olvidamos la riqueza cultural de nuestros pueblos originarios”, sostuvo el senador Joel Molina Ramírez, al participar en la inauguración de la Semana Cultural de las Lenguas y Pueblos Indígenas en el Senado de la República.
Tras reconocer este trabajo de la senadora María Leonor Noyola Cervantes, Presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas -y de la cual él también forma parte-, el representante de Tlaxcala en la Cámara Alta del Congreso de la Unión destacó que este evento es importante porque ofrece la oportunidad “de valorar nuestras raíces indígenas, que dan forma y sentido a nuestras tradiciones y costumbres”.
A título personal, expresó su orgullo por pertenecer a Tlaxcala, un pueblo con acendrada herencia indígena, en el que actualmente habitan más de 32 mil 500 personas que hablar una lengua originaria, principalmente náhuatl y otomí, en poblaciones ubicadas “en las faldas de nuestra montaña milenaria La Malinche, símbolo del mestizaje mexicano”.
Expuso que, a diferencia de otros países de América Latina, donde los pueblos indígenas corresponden en su mayoría a un solo grupo lingüístico, cuyo idioma ha sido elevado a la categoría de oficial junto con el español, en México existen alrededor de 65 pueblos indígenas que hablan más de cien lenguas diferentes.
Y aunque los idiomas de estos pueblos son reconocidos como idiomas nacionales, en la práctica, su uso oficial está extremadamente limitado.
Por ello, destacó que la política pública del gobierno federal tiene un enfoque directo de atención y de justicia social para este sector social -como parte del Programa Nacional de los Pueblos Indígenas-, para así “desaparecer la vergonzante justiapreciación neoliberal que se tenía” en agravio de los pueblos originarios.
Abundó que los pueblos indígenas de México son los que asumen una identidad étnica con base en su cultura, sus instituciones y una historia que los define como los pueblos autóctonos del país, por lo que, desde la Cámara de Senadores, se propiciará el mejoramiento del marco jurídico procedente “para avanzar con la Cuarta Transformación al rescate de lo que como nación y como mexicanos nos da la identidad, orgullo y dignidad”.
