Rosa Acosta
Entrar a alguna sesión ordinaria o extraordinaria del Congreso local, se siente igual que entrar a un aula de preparatoria pública.
Cada quien en su grupito platicando mientras otros están con sus celulares en pleno chat, el cotidiano pase de lista junto con la lectura del orden del día casi mecánica que se escucha como si fuera robot de caricatura de Hannah-Barbera.
Y al centro, un representante del pueblo leyendo para sí mismo sin capacidad de comprensión.
Pareciera que de nada sirven los títulos rimbombantes de los manifiestos que manejan, si a duras penas pueden leerlos adecuadamente y digo leerlos porque ni siquiera se toman la molestia de explicar, los leen y ya.
Si la sesión fuera una exposición de nivel bachillerato, varios serían reprobados por tan pobre desempeño con el manejo de la información y la nula experiencia para hablar ante el público.
Y comienza la función
Empezamos con la Diputada por MORENA María del Rayo Netzahual Ilhuicatzin quien -escondida por los rincones, temerosa de que alguien la vea-, tímidamente se acerca al pódium para refugiarse en el casi hecha bolita, ya que su corta estatura no le ayuda mucho.
Comienza a leer su texto y la voz le tiembla entre frases casi como si fuera a llorar, tal vez no llegó preparada o ¿le rompieron el corazón?, ¡claro! como toda una profesional de la materia lee de corrido, no sabe administrar el aire, se le va el final de las oraciones en un suspiro y hace pausas para respirar.
La mirada baja es un sinónimo que miente nunca se atreve a ver a la audiencia y ni hablar de su dicción, hay puntos en los que no se le entiende ni una palabra de lo que dice y por si fuers poco, tiene problemas con la palabra “exención”, es aqui donde francamente le recomiendo unas clases de dicción y fonética o ya de a perdis un cursito básico de oratoria.
Seguimos con el diputado por MORENA José María Méndez Salgado mejor conocido como” Chema” quien también lee de corrido, solo que este lee con mejor volumen, sin embargo está en la calle de la amargura en lo que se refiere a administrar el aire, respira con la boca lo cual hace molesto escucharlo.
Va de prisa (alguien tampoco estudió su parte no hay comprensión lectora), no levanta la mirada igual que su compañera quien minutos antes hizo el oso desde la tribuna, “Chema” parece un mueble en escena que lee, escupe las letras que tiene enfrente, habla de tamales, cultura pero es imposible entender todo lo que dice porque va encarrerado y la falta de intención en cada frase.
Ya no supe si esa Ley era real sobre todo porque propuso que los tamales de Zitlsltepe fueran declarados como patrimonio cultural y gastronómico del Estado de Tlaxcala, solo le faltó decir si eran solos o con torta.
Al parecer la gesticulación no existe en su método de exponer, entonces menos se sabe de lo que habla y parece que le fascina arrastrar palabras, igual no le caería mal unos cursitos.
Con esa capacidad para desenvolverse ante una audiencia, sabotearlos sería muy sencillo.
Bastaría con poner en sus manifiestos “puto el que lo lea” y sin percatarse seguramente lo leerían a todo lo que da el micrófono con la certeza que los únicos en darse cuenta sería la prensa.
Irónicamente, ellos nuestros representantes instruidos y seleccionados para representar la voz del pueblo, con esas evidencias demuestran que además de que ignoran el trabajo Legislatico, no saben hablar ni mucho menos leer y se vuelven tan interesantes como si fueran un mueble en escena, claro esos que solo están de relleno y que en su mayoría no sirven para nada.