Rosa Acosta
A casi dos años que la parroquia de San José fuera dañada severamente su estructura por el pasado sismo del 19 de septiembre del 2017, el edificio histórico con más de dos siglos de vida, sigue dañado y no hay fecha para que puedan concluir los trabajos de reconstrucción.
Un poco de historia para comprender las circunstancias; la parroquia San José fue construida en el siglo XVIII en el lugar que ocupaba una antigua ermita del siglo XVI.
Su fachada es de estilo Barroco Palafoxiano (con revestimientos de argamasa, ladrillo y azulejo) las características de su estilo barroco se aprecian en su forma “irregular”, que conecta con lo “no armonioso” empleando líneas curvas: alternancia de líneas cóncavas-convexas, que dan lugar a fachadas alabeadas, es una arquitectura que gusta de los fuertes contrastes: recta-curva, claro-oscuro, cerca-lejos en las perspectivas, etc.
Con interior de estilo Neo-clásico del siglo XIX cuyo concepto de belleza está basado en la pureza de las líneas arquitectónicas, en la simetría y en las proporciones sujetas a las leyes de la medida y las matemáticas con gusto por la sencillez y predominio de lo arquitectónico sobre lo decorativo. Contiene también elementos básicos de la arquitectura clásica: columnas, ordenes dórico y jónico, frontones, bóvedas, cúpulas, etc. ; cuenta con una capilla Barroca, una imagen de la Virgen de Guadalupe trabajada sobre trozos de concha de mar, al igual que una capilla dedicada al Santo Niño Milagroso de Tlaxcala. Y en la fachada una estatua de San José.
Durante el temblor del 19 de septiembre de 2017 sufrió daños graves a nivel estructural, este edificio forma parte del patrimonio histórico y cultural del estado de Tlaxcala, después del temblor se acordonó la zona de la explanada y comenzaron las evaluaciones y recuento de los daños.
Sin embargo, a casi 2 años del temblor no se ha podido ver avance alguno, ya que el Instituto Nacional de Antropología e Historia declaró en 2018 que se podrán ver avances hasta el año 2020, esto por la dificultad al mejorar la estabilidad física de la obra, sin mencionar el laborioso trabajo dentro de la iglesia sin dañar el arte sacro y las piezas escultóricas al inventariarlas.
La iglesia de San José ha sido testigo de la historia y el crecimiento de Tlaxcala, ha sido templo de ceremonias de unión y nacimientos de los ciudadanos, la mayoría de los tlaxcaltecas tiene un recuerdo en ese lugar, las iglesias independientemente de su función como centro de adoración religiosa también son fuentes accesibles de arte para todos y su entrada es gratuita.
Es una lástima que por el momento la ciudadanía y los feligreses estén limitados a apreciarla desde el otro lado de la acera o en su explanada que ahora carece de vida por la ausencia de actividades dentro de la iglesia.
Por el bien del patrimonio de las y los tlaxcaltecas, se espera que el INAH no se olvide de San José y pueda continuar con esta gran labor y rescatar este bello e icónico edificio del siglo XVIII.
