Rosa Acosta
Un artista tiene puede convertir números en música, hacer que las imágenes se muevan, convertir una roca en un cuerpo de texturas suaves, hacerte llorar por una pena que creías olvidada o reír de ti mismo.
Arte: del latín “Ars, artis”habilidad y capacidad de crear algo y del griego “Tecne” técnica. El artista debe tener los elementos y el conocimiento para crear o desarrollar algo basado en las reglas estéticas, embellece, edifica, desata pasiones, estimula el pensamiento, siembra ideas en el espectador, emula la vida, recrea la muerte.
El arte es inherente a la naturaleza humana, existe desde que el hombre vivía en cuevas y se regía por la selección natural, ahí están sus manifestaciones en las pinturas rupestres, en las danzas y rituales, en la creación de sonidos, en los principios de lenguaje y la comunicación al portar de boca en boca batallas épicas y leyendas que sucedían a la distancia. El arte y su apreciación es lo que nos hace humanos.
Es desolador ver que en estos tiempos donde la información está al alcance de un “click” no podamos apreciar el arte ni al artista que se desenvuelve en su técnica, nosotros como sociedad hemos generado condiciones en donde las humanidades no son valoradas, a tal grado que perpetuamos el dicho “Te vas a dedicar a las artes, te vas a morir de hambre” y desgraciadamente para la mayoría de los creadores es así, muchos pasan años educándose e invirtiendo para desarrollar proyectos, van a las secretarias de cultura, buscan becas, acuden con la iniciativa privada y el panorama es el mismo: “Nosotros te llamamos” “El arte no vende” “Para qué invertir en tu proyecto si de seguro es bien fácil lo que haces”. El artista muere y con él su arte.
Existen casos de creadores que aún así no se dejan vencer y continúan peleando y durante esa batalla por subsistir, mueren sumergidos en la depresión, la pobreza y la soledad.
En teoría todos tenemos el derecho de una vida digna, pero tal parece que eso no aplica para los creadores artísticos, mientras sigamos estigmatizando el quehacer artístico y cultural, seguiremos negándonos a nuestra propia humanidad.
Si los obreros tienen derecho a sueldo y seguro médico ¿por qué un artista no? ¿Acaso no es igual de importante nutrir el alma que el cuerpo?
El arte no genera dinero pero es comprobado que mejora las capacidades cognitivas, es un medio para curar y enfrentar traumas, promueve la disciplina, libera el estrés, mejora la plasticidad cerebral, genera incremento en la autoestima porque nos hace reconocernos.
En un mundo en donde cada día hay más violencia e intolerancia contra los grupos vulnerables, pero más información y tecnología para mejorar la vida diaria ¿por qué la vida de un artista no es digna? Es contradictorio, evidentemente como sociedad carecemos de humanidad debido a que generar dinero y bienes es más importante que la vida misma.
Pregúntense ¿Cuándo fue la última vez que asistieron a un recital de danza, que fueron a un museo a ver obra pictórica, que asistieron a una función de teatro donde no apareciera una personalidad de cadena nacional, que compraron un disco de un cantautor independiente? Tal vez no parezca algo importante pero algo es seguro al paso que vamos, despertaremos sin la capacidad de sentir, empatizar, apreciar, nuestra vida no será digna. Dejar morir al arte es matarnos un poco.