Enrique Gasga Ventura
Es ridículo e insuficiente el tiempo de apenas un mes de campaña que la autoridad electoral otorga a los candidatos a diputados locales para posicionarse en el electorado; ya que en ese tiempo con un excelente trabajo mediático y publicitario apenas alcanzarían a dejar en la mente de los ciudadanos su nombre, y si su campaña es mala ni siquiera eso; además las campañas presidenciales están teniendo un impacto importante, pero no definitivo para el triunfo de un candidato(a), o de otro (a), de ahí que aunque existe un cúmulo de aspectos que pueden favorecer o perjudicar la imagen de las y los candidatos, apenas hay tiempo para lograr una identificación positiva con el electorado; sin embargo, cualquier tropiezo puede costar la derrota.
En un análisis sencillo para conocer el peso del capital político de cada partido, o candidato, lo más cercano es recurrir a las elecciones anteriores inmediatas; sin embargo dada la variación vertiginosa originada por las campañas presidenciales, y su impacto en las demás candidaturas, los escenarios se han ido modificando cada día lo que hace poco funcional el hecho de recurrir a los resultados de las elecciones anteriores.
Un factor que ha dificultado que los partidos hayan mantenido en los últimos meses sus estructuras y capital político; es la desconfianza y el hartazgo por parte del electorado hacia la clase política en general, y lo cual ha derivado en que muchos electores en su desesperación por la difícil situación existente han optado por aceptar promesas fantasiosas con tal de contar con una esperanza de solución a sus problemas, pero sin garantía ni plan alguno para cumplirlas lo que ha fortalecido la demagogia.
Es así que sólo por citar un ejemplo apenas esta semana algunos maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación de Tlaxcala que han rechazado tajantemente la reforma educativa han optado por apoyar las aspiraciones de López Obrador a la presidencia de la República porque ha prometido echar abajo esa reforma; pero al preguntarles a los docentes si conocían si Obrador contaba con una propuesta viable y clara para mejorar las condiciones del sector educativo y de la calidad educativa en Tlaxcala y en el país; no pudieron contestar esto, lo que muestra un vacío de proyectos de este candidato.
En el caso de las coaliciones encabezadas por el PRI y por el PAN, la primera es la del mayor desprestigio debido a que es el partido que más ha estado en el poder, y no ha logrado disminuir la grave problemática del país; sino más bien ésta ha crecido, mientras que el segundo es más criticado por sus nexos con el tricolor.
Todo esto sin duda ha estado impactando negativamente a la gran mayoría de los partidos y candidatos en Tlaxcala, y ha beneficiado a los morenistas que sin el mayor esfuerzo creen tener las de ganar.
Sin embargo, los candidatos de MORENA penden de un hilo muy delgado; ya que como lo he mencionado antes su posible triunfo dependerá no de su trabajo de campaña; sino del efecto positivo que pueda generar López Obrador en su candidatura y así alcanzar el triunfo.
Pese a lo que dicen algunas encuestas de una amplia ventaja de los candidatos morenistas esto no es ninguna garantía de triunfo; ya que la tendencia que se ha presentado con los candidatos federales de este instituto político es de descuido de su campaña para favorecer la presidencial.
Pero de cualquier manera sería infantil soslayar el impacto positivo que Obrador está dando a los candidatos de su partido en Tlaxcala, aunque si finalmente Amlo empieza a bajar en esta última recta de las campañas presidenciales como se empieza a ver sus candidatos seguramente caerían con mayor rapidez que él.
Indudablemente el escenario es muy complejo para todos los candidatos a las diputaciones locales en Tlaxcala que este 28 de mayo iniciaron campaña, donde una ventaja que las coaliciones encabezadas por el PAN y por el PRI tienen, son sus estructuras en que el tricolor mantiene la mayor parte de su voto duro pues una parte se fue a MORENA aparte de que mantiene el aparato gubernamental y con él los programas sociales a su servicio.
En el caso de la coalición PAN-PRD-MC-PAC cuenta con una estructura muy importante que a pesar de la salida de cuadros del PRD que emigraron a MORENA la unidad de los cuatro partidos representa una fuerza seria que los mete a la contienda.
En este caso MORENA tiene una estructura muy escueta y endeble en la entidad debido al corto tiempo que tuvo para formarla, además de los enormes problemas que ha enfrentado debido a que muchos de sus candidatos no son miembros originales de este instituto político; sino arribistas de otros partidos a quienes se les entregaron las candidaturas.
Ante este complejo escenario si los candidatos a una diputación local quieren ganar tienen que presentar propuestas claras y viables; pero también enfrentan el reto de difundirlo en los primeros quince días de la campaña con un manejo quirúrgico de los medios de comunicación y de las redes sociales.
Manejar el discurso adecuado y la frase inteligente en el momento exacto; no se pueden dar el lujo de cometer errores; y quien logre llevar la agenda temática desde el inicio habrá dado el primer golpe.
El tiempo es el peor enemigo de los candidatos opositores a MORENA; pero la falta de proyectos y propuestas; así como el exceso de confianza de los morenistas puede de un día para otro derivar en el fracaso de sus campañas.
Todavía se siguen moviendo las campañas presidenciales; y quien diga que todo está ya definido está en un error; será un mes muy corto para todos los candidatos, ya veremos quien tiene más saliva y propuestas viables, y no sólo demagogia.