• La Pastoral Social de la Diócesis de Tlaxcala celebró hoy el VI Congreso Diocesano por la Dignidad de las Mujeres en el marco del Día Internacional de la Mujer en la ciudad de Tlaxcala para reconocer la labor de las mujeres dentro de la Diócesis y manifestar su preocupación por la violencia creciente hacia las mujeres y el aumento de la incidencia de trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual en el estado de Tlaxcala
Tlaxcala de Xicohténcatl, Tlaxcala a 6 de marzo de 2018.- La Pastoral Social de la Diócesis de Tlaxcala celebró este martes 6 de marzo el VI Congreso Diocesano por la Dignidad de las Mujeres en el que la Diócesis hizo eco de las palabras que el Papa Francisco ha dicho en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium: “Reconocemos con gusto cómo muchas mujeres comparten responsabilidades pastorales junto con los sacerdotes, contribuyen al acompañamiento de personas, de familias o de grupos y brindan nuevos aportes a la reflexión teológica. Pero todavía es necesario ampliar los espacios para una presencia de las mujeres más incisiva en la Iglesia. Porque «el genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social; por ello, se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral» y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales”. (Cfr. E.A.E.G. 103)
Se reconocieron y celebraron, a nivel local, los avances y los logros de las mujeres en la vida social, cultural, política y laboral. Sin embargo, se advirtió también que aún existen muchos retos para lograr una igualdad sustantiva, y que las mujeres y las niñas siguen siendo víctimas de múltiples formas de violencia. Por ello, desde hace seis años, la Pastoral Social de la Diócesis de Tlaxcala en seguimiento al ejemplo de Jesús, ha decidido impulsar estos Congresos Diocesanos por la Dignidad de las Mujeres, para contribuir en la toma de conciencia del gran aporte que realizan las mujeres, así como para impulsar procesos que contribuyan a la liberación de las múltiples violencias que viven cotidianamente.
En el marco del Día Internacional de la Mujer y del VI Congreso Diocesano por la Dignidad de las Mujeres, se puso de manifiesto la gran preocupación de las y los participantes en torno a la situación de violencia en el estado de Tlaxcala, especialmente, hacia las mujeres y las niñas que no sólo continúa, sino que se ha agravado en aspectos como:
a) De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre las dinámicas en los hogares (2016), 61.2% de las mujeres en el estado han sido víctimas de violencia.
b) Los feminicidios ocurridos durante este año y la saña con que se han ejercido, pues incluso los cuerpos de las mujeres son desmembrados y quemados, como fue el caso de Wendy.
c) El gran número de jóvenes que se reportan como desaparecidas y el grave riesgo de que algunos de estos casos incrementen las cifras de mujeres víctimas de feminicidio o trata. Respecto a la desaparición de mujeres y niñas también preocupa la falta de acceso a la justicia para sus familias, como es el caso de Karla Romero Tezmol, que a más de dos años de su desaparición, ésta no ha sido aclarada por las autoridades.
d) El incremento de los municipios afectados por la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, en los últimos diez años. En 2008, el estudio Trata de Mujeres en Tlaxcala, coordinado por la Dra. Patricia Olamendi Torres, documentó 23 municipios afectados por la trata; hoy, de acuerdo al Diagnóstico de percepción ciudadana sobre la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, realizado por el Centro Fray Julián Garcés, son 40 los municipios en que actualmente la ciudadanía reconoce la existencia de víctimas, victimarios o puntos de consumo. Es decir, que en los últimos 9 años se han sumado 17 municipios, esto resultado de una débil aplicación de las políticas públicas para enfrentar el delito.
e) El no reconocimiento de la trata como violencia por parte de algunas autoridades, y la manifestación explicita de tener mayor preocupación por la imagen del estado de Tlaxcala que por ser garantía del ejercicio de los derechos de las mujeres y las niñas a vivir libres de violencia y de explotación sexual.
Asimismo, se reconoció la gravedad del hecho de que, a pesar de que se han anunciado algunas acciones por parte del gobierno y de que existen mecanismos de observación federal como resultado de la solicitud de la declaratoria de Alerta de Violencia de Género, la violencia hacia las mujeres en Tlaxcala se ha incrementado.
En consideración a lo anterior, se hicieron las siguientes exhortaciones:
– “A nuestros hermanos sacerdotes, religiosos y a nuestras hermanas religiosas, a redoblar esfuerzos en sus trabajos pastorales, para que cada vez exista un mayor reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres y para que en todas las parroquias de la Diócesis de Tlaxcala se cambien las prácticas que generan violencia hacia las mujeres.
– A las familias y catequistas, a redoblar esfuerzos en la formación de la infancia desde los criterios del evangelio, para evitar todo machismo y respetar la dignidad de las mujeres.
– A las profesoras y profesores, para que, desde su vocación y labor, contribuyan en la educación de masculinidades no violentas, previniendo así la aspiración de los niños y adolescentes para convertirse en explotadores o consumidores.
– A todas las personas bautizadas y a todas las personas de buena voluntad, se les llamamos a tomar consciencia de todos y cada uno de sus actos, reconociendo aquellos que generan y reproducen la violencia, a buscar formas de transformarlas en lo individual y en lo colectivo. Les llamamos a sumarse en las iniciativas sociales que buscan transformar estas realidades de dolor y de muerte.
– A los hombres, a detener cualquier conducta que, desde la tolerancia hasta el consumo de la prostitución, favorezca la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual.
– A las comunidades, a fortalecerse para no permitir la reproducción de redes dedicadas a la trata de mujeres ni permitir el establecimiento de más lugares dedicados a la explotación sexual.
– A los medios de comunicación, a establecer una agenda que visibilice de manera permanente las diferentes formas de violencia que viven las mujeres, y que también hagan eco de las voces de movimientos que luchan por una vida libre de violencia.
– Finalmente, a las autoridades las llamamos a implementar políticas públicas que prevengan la reproducción e incremento de la violencia que viven las mujeres y niñas, y con urgencia aquellas acciones que, desde el ámbito educativo, puedan generar consciencia del riesgo en las y los adolescentes, conocimiento de los mecanismos de prevención y de modificación de las conductas que permiten el ejercicio de la violencia hacia las mujeres, especialmente ante las violencias extremas como la desaparición, el feminicidio y trata con fines de explotación sexual.”
“Yo conozco sus sufrimientos. He bajado para liberarles”
Cfr. Ex. 3, 7-8.
Atentamente
Comisión Diocesana de Pastoral Social
Diócesis de Tlaxcala