Miguel Ángel Meléndez Nava
Después de haber celebrado 89 años de ser el partido que más tiempo a gobernado a nuestro país, el PRI, se encuentra en la encrucijada de ganar o unirse al partido y al candidato que le permita seguir teniendo juego político, como sucedió durante los dos sexenios en que gobernó el PAN, dos sexenios en los que el PRI, fue oposición y supo negociar e ir tejiendo una estructura que le permitió recuperar el poder, hoy a tres meses y días de que la sociedad mexicana decida quién va a gobernar el país, el panorama para el partido tricolor no es nada halagador, aunque tan poco se puede decir que ya perdió o como algunos egocéntricos piensan que puede desaparecer lo que es una utopía, primero porque el partido tricolor tiene una gran estructura política en los diferentes órdenes de gobierno tanto en el ámbito federal, estatal y municipal que lo hace un partido fuerte y con presencia, segundo porque la mayoría de intereses económicos del país son controlados por gente allega al PRI, y esos son políticos, empresarios y hasta intelectuales que saben jugar sus cartas cuando llegan a ser oposición y tercero porque los priistas saben jugar su ajedrez político de acuerdo y a las circunstancias que les toque vivir, por lo que pensar en este momento que el PRI, esta derrotado es un supuesto muy temerario si bien va en tercer lugar, no quiere decir que no tiene posibilidades de triunfo, las circunstancias, los intereses y hasta la conveniencia que la mayoría de mexicanos manifiestan en los procesos electorales pueden cambiar los resultados un ejemplo claro de esta percepción es que la gente es tan cambiante que hoy puede estar y jurarle amor a x o tal candidato y mañana ya está apoyando a quien menos esperaba la sociedad un ejemplo es Manuel Espino ex líder nacional del PAN, quien olvido su doctrina por intereses personales y de grupo y no solo el ex panista hay miles de ciudadanos y políticos que han hecho lo mismo o lo van a realizar previo a las elecciones del próximo primero de julio, so no al tiempo..
Hoy el PRI, como partido en el poder, enfrenta el más difícil de los retos y es recuperar la credibilidad tanto en su partido como en su candidato José Antonio Meade, estigma que quizás el candidato sea el menos culpable de arrastrar, pues si analizamos el comportamiento y la política que han desarrollado el PAN, MORENA, PRD, PT, MC y todos los partidos que hoy señalan al PRI, esos mismos han caído en la corrupción, nepotismo, tráfico de influencias y en una serie de actos que la sociedad mexicana se ve que ha olvidado pronto, ejemplos el caso Ricardo Anaya, que es acusado de su presunta triangulación de recursos, el del Napoleón Gómez Urrutia, líder minero señalado de defraudar con más de 5 mil millones de dólares a los mineros y que hoy va ser candidato al senado por MORENA, o como el caso de los chuchos, quienes tienen secuestrado al PRD, por lo que cada tres o seis años solo cambian de escaño o el caso de la esposa del líder nacional del PT, que desvió millones de pesos que fueron etiquetados para guarderías y fueron a parar a cuentas personales o como un Dante Delgado, que fue gobernador por el PRI Y hoy es líder nacional del partido naranja, donde su familia y sus incondicionales tienen las mejores posiciones, estos ejemplos y muchos más pueden cambiar los resultados, si bien el PRI, hasta estos momentos es el más señalado, hay que esperar tiempos donde quizás la sociedad mexicana va a conocer que hay atrás de los políticos y de los partidos que les han servido para acceder al poder social y económico que hoy ostentan.
En lo que corresponde al ámbito local el PRI, tiene una gran estructura que si bien no la ha tomado en cuanta en la dimensión que merece, sigue vigente, ahí siguen muchos priistas en las zonas urbanas y en los pueblos, aunque la mayoría de los líderes han sido de escritorio y de discurso, pues sus intereses se centran en buscar beneficios personales y de grupo o lo peor utilizar a su partido para ser candidat@s, de ahí que excluyen a quienes ven como adversarios políticos de ahí que el dicho priista es que el enemigo de los priistas son los mismos priistas.
En este momento el PRI, local esta posicionado con una estructura que le puede dar buenos resultados, pero tiene que enfrentar uno el descontento que hay en contra del sistema de gobierno federal y dos los egoísmos de priistas que se sienten dueños del partido tricolor y excluyen a priistas que por décadas han sido leales, aunque también hay priistas que solo son por conveniencia y eso lo sabe Fabricio Mena, quien con la identificación y carisma que tiene con la gente debe escuchar y negociar para llegar el primero de julio con un PRI, fuerte y unido.
Le toca a los actuales dirigentes priistas y al gobernador, seleccionar no solo a los mejores candidat@s, si no a quienes se identifiquen con los tlaxcaltecas ya no pueden seguir las cuotas de poder, si el PRI, quiere ganar debe recuperar parte de sus orígenes, si no el populismo pueden triunfar.
Por último quiero escribir mi punto de vista sobre las declaraciones de un líder transportista, quien un día después del accidente donde murieron siete personas expreso que la sociedad y los medios de comunicación estaban satanizando a los transportistas. yo le haría la pregunta; ¿y si uno o dos de esos muertos hubiesen sido sus hijos o sus familiares?, ¿diría lo mismo?, yo creo que no, aquí es importante que no solo las autoridades del transporte apliquen leyes más severas, si no que tanto vialidad estatal como federal, deben redoblar sus operativos en tramos carreteros tanto estatales como federales ante la irresponsabilidad de los conductores y que los concesionarios realmente den trabajo a personas responsables, no ha jóvenes o personas que no tienen conciencia de las vidas que llevan a su cargo porque son los pasajeros quienes con su pago dan sueldos y dinero a los concesionarios.