Brissa Montero
Mientras los índices delictivos siguen imparables en el municipio de San Pablo del Monte, los policías se dedican en atender sus amoríos que combatir la delincuencia que asecha a la población que está cansada de vivir con el temor de ser asaltados, secuestrados o asesinados.
En patrullas o en motocicletas los uniformados de la administración del alcalde panista Benito Cano Coyotl, recorren las calles con mujeres abordo para irlas a dejar a donde ellas les piden descuidando sus labores para lo que fueron contratados.
Información que hicieron llegar a este medio de comunicación, refiere que el ayuntamiento no cuenta con los policías necesarios para abatir la delincuencia y que la inseguridad está fuera de control al ser uno de los municipios con mayor índice delictivo en la entidad.
Por si fuera poco, a Cano Coyotl le fueron retirados 10 millones de pesos correspondientes al programa de Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaseg), por lo que su demarcación está extremadamente vulnerable y los delincuentes han visto ahí su mina de oro.
Al no poder con la delincuencia, no tener recursos para seguridad ni policías preparados, el alcalde ha optado en pedir el apoyo de la gente a través de vecinos vigilantes para que sean ellos los que vigilen las calles pues la ineficiencia de la policía municipal no la puede ocultar más.
Mientras tanto los delincuentes no tienen piedad de los ciudadanos y los robos de autos, a transeúntes, negocios, entre otros, siguen imparables convirtiendo a San Pablo del Monte en la cueva de ladrones.