Brissa Montero
El Presidente Municipal de Zacatelco Tomas Orea Albarran evidenció debilidad e ignorancia, tras ser rebasado por la iglesia católica al permitir la instalación de vendedores ambulantes en pleno centro del municipio durante la feria anual del 2018 por lo que no pudo contra el fiscal, quien éste último le demostró quien manda en ese lugar.
A pesar de que el INAH no autorizó que en las inmediaciones del templo fueran colocados juegos mecanicos, así como la realización de bailes populares, el repique de campanas y la quema de artificios pirotécnicos por haber resultado afectado el templo, en las inmediaciones de la parroquia de Santa Inés ya fueron instalados decenas de comercios.
Según versiones de pobladores, fue el fiscal de ese municipio Uriel Hernández quien le demostró al alcalde que ha sido exhibido de andar de borrachales, quien es el que manda en las inmediciones de la iglesia al no acatar la orden de que el centro del municipio quedara libre de todo tipo de comercio y fuera trasladado al Centro Ejidal “El Chatlal”.
Los puestos instalados en los alrededores de la parroquia de Zacatelco además de que afean el edificio histórico provocaron inconformidad entre los comerciantes que año con año acuden a la celebración anual, mismos que fueron enviados al Centro Ejidal lo cual fue calificado como una acción desleal.