Ni las musas ni la novateada le sirvieron a Manuel Camacho Higareda

Roberto Nava Briones

Luego de que el tema de los sismos han acaparado la atención de los medios de comunicación por varios días tras las amargas experiencias vividas, los mismos han contribuido a que varios funcionarios se salven del escrutinio público.

Sin embargo, uno de los que más insiste estar en el ojo del huracán es el secretario de Educación Pública en el Estado Manuel Camacho Higareda.

No sé si sea mala suerte o también sea esa la política de medios que implementó la amiga Lupita para el Doctor en Sociolingüística y ser ajonjolí de todos los moles o de a tiro sería preferible continuar con la auto censura y mejor cargarle a su jefe –Marco Mena- sus desatinos porque asi como dice una cosa dice otra.

En consecuencia y sin temor a equivocarme, a casi nueve meses de gobierno diversos sucesos han evidenciado que el secretario de educación pública para lo que es bueno es para la rima y la prosa, porque para poner orden en la Secretaría de Educación Pública en el Estado simplemente no es lo suyo, de ahí su inminente relevo al frente de esa dependencia estatal en un par de meses.

Si Usted me lo permite, enumeramos algunos desatinos del experimentado catedrático que apuntaba dar mucho y solo ha dado vergüenza en el quehacer público.

Entre esa enorme lista de yerros que pesan en la espalda de Camacho Higareda, se encuentra la entrega de los útiles escolares que además de que es un pendiente, representa un desacato a la Ley ya que fue una iniciativa aprobada en el Congreso local el cual no se ve para cuando pueda quedar culminado, ojala no lo pretenda hacer para el siguiente curso escolar.

Otro tema pendiente es la asignación de horas clase y la entrega de plazas ya que al tiempo y la distancia solo fue un evento mediático porque en la realidad los beneficiarios no han recibido sus espacios laborales que fueron “concursados”.

El más reciente, ordenó suspender la operación de escuelas dañadas después de los sismos, sin embargo, desde; supervisores, directivos y docentes se pasaron por el arco del triunfo sus órdenes –con el presunto apoyo del SNTE- y a pesar del evidente riesgo regresaron a clases sin contar con el certificado de seguridad estructural que deben emitir especialistas.

Incluso fue evidenciado el presunto fraude en el que incurrió la SEPE-USET en contubernio con la dependencia responsable de edificar escuelas, ya que emitieron certificados de seguridad estructural apócrifos, debido a que la Ingeniera Anahi Gutiérrez Hernández  quien es titular del ITIFE no tiene la experiencia en ese rubro y firmó a diestra y siniestra los dictámenes.

Y así quiere y sueña con su candidatura…

Sin embargo esto no es nuevo si hay un refrán popular que dice; “el que mal empieza mal acaba” y mire Usted las coincidencias, ni 15 días llevaba Camacho Higareda como titular de la SEPE-USET cuando en San Mateo Ayecac a la directora de un Jardín de niños le quemaron su vehículo por arbitraria lo que provocó cambiar a esa directora de la institución.

No acaba de reponerse de ese golpe, cuando los alumnos de la FENERRR se plantaron por más de tres meses frente a palacio de Gobierno para exigir fueran atendidas sus demandas, suceso que le andaba costando el puesto por la falta de capacidad para lograr los acuerdos.

El tema de la Normal Rural Benito Juárez de Panotla, sin duda que a la fecha representa aun un foco rojo ya que no ha logrado la estabilidad necesaria en esa institución, aunado a que para todo, las alumnas hacen marchas y plantones para no perder sus regalías que recibirían de la SEPE-USET y que serían manejadas con discrecionalidad.

Por si fuera poco, la asignación de horas clase y repartición de plazas en el COBAT que hizo el ex director de ese subsistema David Flores Leal demostró que de no haber sido público, Camacho ni enterado hubiera estado de lo que pasa en el sector que maneja.

Tras ese recuento de casos por no decir los más escandalosos, en nada le ayudaron para madurar al frente de esa institución, por lo que queda claro que para Manuel Camacho lo suyo es la rima y la prosa debido a que en muchos casos le ha faltado el trabajo político necesario ya que el poder lo ha mareado y se ha quedado frágil e indefenso.

Si le sumamos las piedras que los sindicatos de la sección 31 y 55 le han puesto, ahora entiendo la decadencia del poeta quien ya no sabe si rimar, sumar, negociar, ceder o censurar es lo mismo.

Lo peor, que a pesar de los desatinos al frente de la SEPE-USET se sabe que su nombre ya está en una terna de los futuros candidateables que el ejecutivo habrá de palomear.