Julio César Salcedo Aquino nuevo obispo, “ya estoy en casa” dice

Julio César Salcedo Aquino nuevo obispo, “ya estoy en casa” dice

“…oren mucho por mí para que sea el nuevo José al servicio de la Iglesia que peregrina en Tlaxcala”; Salcedo

Roberto Nava/Alexandra Flores

El nuevo obispo tlaxcalteca Julio César Salcedo Aquino pidió hacer oración a la población a su favor tras haber asumido el cargo como nuevo jefe de la Grey católica, ya que la humanidad tiene las cicatrices del dolor y de la incertidumbre, que vive muchas pobrezas y formas de esclavitud, además de padecer varias enfermedades que podrán ser curadas con la medicina de la misericordia.

Luego de la ceremonia religiosa, el nuevo obispo llamó a la iglesia tlaxcalteca a trabajar unidos; “al inicio de mi servicio pastoral invito a la Diócesis de Tlaxcala a impregnar todas las estructuras pastorales de la misericordia y que ésta se sitúe en el centro de su anuncio y de su vida”.

“El evangelio de la misericordia requiere de buenos samaritanos con el corazón paciente, sensible, comprensivo, abierto; exige hermanos generosos y alegres que amen gratuitamente sin pretender nada a cambio”, resaltó, al término del acto litúrgico celebrado en el Seminario de la “Y”, donde fue consagrado como el IV obispo de Tlaxcala.

Julio César Salcedo explicó que muchos de los presentes han experimentado una o más noches cuidando a un ser querido o a una persona necesitada; ahí han tocado las llagas de la soledad, de la enfermedad, del dolor…estas presencias nos asemejan a Jesús”.

“Deseo que este mensaje llegue a los cuatro puntos cardinales de la Diócesis, que nadie quede excluido de la misericordia de Dios la cual es más grande que nuestros pecados y desea salir al encuentro de todas las pobrezas y liberar de tantas formas de esclavitud que afligen a nuestro mundo, quiere llegar a las heridas de cada uno para curarlas. Abramos  nuestros corazón a la misericordia”, puntualizó el obispo.

Salcedo Aquino resaltó que la diócesis recibirá “un don” el próximo 15 de octubre ya que los niños mártires serán santificados; “el reconocimiento de la santidad de tres de sus hijos, pequeños, frágiles e indefensos, pero con corazón fuerte y audaz. El espíritu Santo, con esta canonización llama nuestra atención para que asumamos con mayor fuerza la identidad de la Iglesia; la evangelización”.

Agregó que con la canonización de los pequeños mártires; “la vida y la pastoral de la diócesis tendrán un antes y un después de la canonización, gracias Antonio, Cristóbal y Juan por su amor a la iglesia, por su espíritu misionero, por su grandeza de fe, esperanza y amor en su aparente pequeñez”.

“Encomiendo mi ministerio a nuestra querida madre María en su advocación de nuestra señora de Ocotlán patrona de la diócesis de Tlaxcala y a su esposo San José”, enfatizó el sacerdote.

Para concluir, el obispo pidió al pueblo de Tlaxcala orar para que su ministerio permita fortalecer el trabajo espiritual; “que San José de Santa María custodio de la vida y del amor, ante tantas amenazas que tiene hoy la vida, cuide a todos los que habitan  esta tierra de Maria, como cuida a toda la iglesia y que nos alcance la gracia de amar y servir como él amó y sirvió a Jesús, oren mucho por mí para que sea el nuevo José al servicio de la Iglesia que peregrina en Tlaxcala”.